Las conversaciones entre Ucrania y Rusia se detuvieron este lunes, aunque continuarán el martes, dijo uno de los negociadores, mientras las tropas del país que preside Vladimir Putin continúan con los bombardeos y con sus avances sobre diferentes ciudades.
"Se tomó una pausa técnica en las negociaciones hasta mañana. (Será) para trabajo adicional en los subgrupos de trabajo y aclaración de definiciones individuales. Las negociaciones continúan", señaló el negociador ucraniano Mykhailo Podolyak.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, había declarado este lunes que se mantienen las "difíciles conversaciones" con Rusia, tras el inicio de una cuarta ronda de diálogo.
"Las conversaciones difíciles continúan. Todo el mundo está esperando noticias. Esta tarde informaremos del resultado", había dicho Zelensky en un mensaje de video.
Estaba previsto que hablara ante el Consejo de Europa a primera hora de este lunes, pero no lo hizo.
El principal negociador de la parte ucraniana en las conversaciones con Rusia dijo que la cuarta sesión se celebró virtualmente, no en persona. El equipo negociador ucraniano se encuentra en Kyiv. Las conversaciones anteriores se habían celebrado en Belarús.
"Las partes expresan activamente sus posiciones concretas. La comunicación se mantiene, pero es difícil. El motivo de la discordia son sistemas políticos demasiado diferentes. Ucrania es un diálogo libre dentro de la sociedad y un consenso obligatorio. Rusia es un ultimátum de supresión de su propia sociedad", dijo Podolyak a través de sus redes sociales.
Mientras, las tropas de Vladimir Putin atacaron un edificio residencial de Kiev -donde murió un civil- y una base militar en Lviv, dejando al menos 35 muertos y 134 heridos.
Desde el inicio de la ofensiva rusa, el 24 de febrero último, 596 civiles ucranianos fallecieron, según la Organización de Naciones Unidas (ONU), entre los cuales se cuentan 85 niños, informó la oficina del fiscal general de Ucrania.
Además, se documentaron 12 decesos y 34 heridos en 31 ataques contra el personal y la infraestructura sanitaria, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) que exigió, junto a la Agencia de Naciones Unidas para la infancia (Unicef) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa), un alto al fuego.